La Valiente bakery is located in the historic centre of San Isidro, Buenos Aires – Argentina. The project was developed in an 18th-century colonial house a few meters from the Rio de la Plata.

The design concept enhances pre –existing architectural features of Argentinian Colonial houses by using restoration techniques that recovered the beauty of traditional materials such as the original wooden floorboards, the French-style glass openings and the brick vaulted ceiling held by wooden beams typical from this building typology. Another design goal is to appeal to the neighbourhood’s collective memory by keeping the white brick texture of colonial façades in all exterior walls.

The project develops the exteriors of the colonial house by laying green spaces around its perimeter and flowerbeds on the sidewalk to delineate the front terrace. Metal pergolas were installed on the sides to support climbing vines and allow customers to sit below the dappled shade provided by greenery. At the rear elevation the design of a linear planter was used as a buffer between the San Isidro train tracks and the neighbourhood's bike path circuit.

Our client’s design intention was to create a typical Argentine bakery with a contemporaneous turn. We worked alongside bakers who specialize in sourdough and care for honest product traceability: from the field to the hands of the consumer. Following the bakery’s spirit, the production process was made visible to customers. As costumers enter the building, they encounter a stainless-steel cold room (where food is prepared below zero) along with neatly piled flour sacks visually reinforcing the store's design concept.
On one side, the central workbench of the bakery allows clients to witness the process of kneading, fermentation, and baking. Towards the main hall, a counter and shelves display fresh products.

The space harmoniously integrates high-end kitchenware with the texture and appeal of recycled materials. The wall shelving was made of reclaimed wooden scaffolding, and industrial hanging lamps were recovered from a shut-down factory. Recycled scaffolding elements were also used for the main counter as the supporting structure for a nearly five-meter-long marble slat countertop. These materials stand out against an undercounter refrigerator, fully designed in glass with motors hidden below floor level.

Choosing this material scheme created a space that celebrates pre-existent colonial features while highlighting the quality of our client’s products. La Valiente resembles a baking factory, where the customer can witness the production chain, and everybody feels part of the process.

La panadería La Valiente está localizada en el casco histórico de San Isidro, Buenos Aires – Argentina. El proyecto fue desarrollado en una casa colonial del siglo XVIII que yace a pocos metros del Río de la Plata.

El concepto de diseño resalta rasgos arquitectónicos preexistentes típicos de las casas coloniales argentinas. Utilizamos técnicas de restauración que recuperaron el atractivo de materiales tradicionales, como los pisos de pinotea originales, las aberturas de vidrio repartido y los techos conformados por vigas de madera de pinotea y bovedilla de ladrillo.
Otro objetivo del diseño fue apelar a la memoria colectiva del barrio a través de la preservación de la textura de ladrillo blanco de fachadas coloniales en todas las paredes exteriores.

El Proyecto potenció los exteriores de la casa colonial generando espacios verdes en su perímetro y canteros sobre la vereda para contener el espacio de la fachada. Pérgolas metálicas fueron instaladas a los costados para guiar plantas trepadoras y crear un espacio donde los clientes puedan sentarse bajo la sombra de la vegetación. En la fachada trasera, que yace junto a las vías del tren de San Isidro y la senda para bicicletas del barrio, instalamos un cantero longitudinal.

Nuestro cliente buscaba crear una típica panadería argentina con una impronta contemporánea.. Trabajamos junto a panaderos especializados en el trabajo con masa madre y con una preocupación por la trazabilidad honesta del producto: del campo a las manos del consumidor. En línea con el espíritu de la panadería, el proceso de producción se hizo visible para los clientes. Al ingresar, se observa una cámara de frío de acero inoxidable donde se cocina bajo cero, junto con sacos de harina prolijamente apilados, reforzando así el concepto de diseño de la tienda. Hacia un costado se halla la “cuadra” (principal espacio de trabajo de la panadería), donde los clientes pueden contemplar de primera mano el proceso de amasado, fermentación y horneado. Hacia el salón principal, un mostrador y estanterías exponen la producción del día.

El espacio integra armoniosamente el instrumental de cocina de alta gama con la textura y encanto de los materiales reciclados. Las estanterías fueron fabricadas con andamios de madera de sobrantes de obra y las lámparas industriales fueron recuperadas de una fábrica clausurada. Andamios recuperados también fueron utilizados para construir la estructura del mostrador principal, que sostiene una mesada de mármol de casi cinco metros de largo. Estos materiales resaltan contra un refrigerador bajo mesada, diseñado enteramente en vidrio y con motores ocultos bajo el nivel del suelo.

La paleta de materiales electa creó un espacio que celebra la preexistencia de rasgos coloniales y resalta a su vez la calidad de los productos de nuestro cliente. La Valiente se asemeja una fábrica panadera, donde el consumidor puede observar la cadena de producción y todos se sienten parte del proceso.